jueves, 22 de diciembre de 2011

1325 Mujeres Tejiendo la Paz


Carmen Magallón


En un mundo en el que todavía predomina la mirada arraigada de la experiencia masculina, hablar desde las vidas de las mujeres tiene a veces rango de descubrimiento, de develamiento de un pensar y de un hacer que no son los comunes, que no han podido hacerse comunes por estar ocultos en la niebla de lo que no ha sido dicho en público.”

Carmen Magallón.




En 1325 mujeres tejiendo la paz han colaborado 25 autoras de distintas procedencias y 45 diseñadores de América Latina ilustrando cada una de las historias-homenaje de este libro con una imagen impactante y que rompe con todos los esquemas. Se homenajea a 70 mujeres describiendo su historia, pero no todas ellas son mujeres famosas, sino que también hay otras que desde la cotidianidad fomentan este tejido de paz. 

Presentación del libro en la Fundación SIP


La decisión de escoger a 1325 mujeres que trabajan por la paz tiene relación con la resolución 1325 tomada por el consejo de seguridad de la ONU en el año 2000 con dos objetivos clave: la protección de la mujer en situaciones de conflicto y el reconocimiento de su papel como actores de paz. De ahí que se decidirá encontrar a 1325 mujeres que han jugado o juegan un papel importante en conflictos bien sean internacionales o cotidianos.


La resolución 1325, así como 1325 mujeres tejiendo la paz, es un instrumento más para fortalecer un movimiento internacional de mujeres a favor de la paz para que países como La República Democrática del Congo ofrezcan más protección y mayor reconocimiento a las mujeres en la resolución de sus conflictos.


Las 70 historias se hilvanan con cuatro hilos flexibles que ayudan a confeccionar las experiencias de las mujeres según el campo en el que se han movido.

Bertha Von Suttner

El primer bloque aborda el ciclo de los conflictos, desde la prevención hasta los procesos de negociación, rehabilitación y reconciliación. Mujeres como la austriaca Bertha Von Suttner que cuestionó el militarismo, como Cora Weiss que lleva impulsando un programa de educación para la paz o como Rachel Corrie que denunció la violencia sistemática a la que son sometidos los palestinos.




Rosa Parks


El segundo bloque se centra en los derechos humanos y la justicia, que abarca las acciones de miles de mujeres en busca de la verdad, la justicia y la reparación y en la lucha en contra de la impunidad. Mujeres como Estela Barnes de Carlotto, de las Abuelas de la Plaza de Mayo, comprometida con la justicia de las victimas, como Anna Politovskaya, militante del diálogo y denunciante de las continuas violciones de derechos humanos en Chechenia o como Shirin Evadí, que desafía el régimen de los ayatolás, régimen que excluye margina y reprime a las mujeres. 




Ding Zilin
El tercer bloque aborda la participación política y la escasez de mujeres en instituciones democráticas porque a pesar de las dificultades a las que se enfrentan las mujeres para una mayor participación política, ha habido mujeres que han tenido un peso considerable en la política y desde su puesto han contribuido a la construcción de la paz. Mujeres como Aung San Su Kyi que renunció a la vida en Inglaterra para luchar por la democracia en su Myanmar desde la resistencia pacífica, como Marcela Lagarde que logró que se aprobara una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de No Violencia o como Rigoberta Menchú, que ha logrado que las opiniones de los indígenas tengan peso político. 




Aung San Suu Kyi
El cuarto bloque, finalmente, atiende al desarrollo humano y sostenible, esencial para construir la paz. Las mujeres de este bloque han trabajado en la educación, contra la pobreza, en sanidad y en ecología. Mujeres como Wangari Maathai que ha logrado recuperar zonas devastadas en Kenia, como Arundhai Roy que ha dado un valor a la resiliencia o como Domitila Barrios que lucha por la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores de las minas en Bolivia.

Omer Goldman




 El libro lo podéis adquirir en librerías o en

viernes, 2 de diciembre de 2011

África Subsahariana, el continente olvidado


Presentación del libro del año académico de la Fundación SIP


En esta presentación que se celebró el día 29 de Noviembre y cuyos maestros de ceremonias fueron Carmen Magallón (Directora de la Fundación SIP) y Jesús Mª Alemany SJ (Presidente), se reunieron conocidos expertos del mundo de las relaciones internacionales y del continente africano, además de diversas personalidades del gobierno de Aragón, las Cortes y de otras instituciones políticas, sociales y militares de Aragón. El acto se realizó en un clima de alegría y satisfacción por el trabajo bien hecho, de humildad y familiar en el que destacó satisfactoriamente la intervención del profesor de RRII de Lovaina (Bélgica) sobre la realidad africana, con ideas claras, concisas y transgresoras de todos los tópicos que el ciudadano medio pueda tener sobre África.

 

Portada del libro "África Subsahariana, el continente olvidado"

 

 

 

 

“El conocimiento es la base de una convivencia respetuosa”





Presentación del libro por Carmen Magallón


Este libro realiza una aproximación interdisciplinar a la realidad del África a la realidad del África Subsahariana, desde distintas perspectivas: histórica, política, socioeconómica, cultural, religiosa y de las relaciones internacionales. Asimismo, analiza la conflictividad y los modelos de acción humanitaria y de cooperación vigentes.
En un primer capítulo, Alicia Campos explica los distintos paradigmas que han marcado el conocimiento de esta zona del mundo: el modelo de la tribu, la teoría de la modernización, la teoría de la dependencia, el neoconstitucionalismo y el neopatrimonialismo. Por su parte, Kayamba Tshitshi Ndouba subraya que no podemos hablar de África como algo uniforme, y critica el persistente enfoque catastrofista que se proyecta sobre este continente.
Sobre el Estado y las instituciones políticas, Mbuyi Kabunda Badi hace
un balance que incluye mejoras y retrocesos. A continuación, singularizando a Sudáfrica, Lucía Alonso Ollacarizqueta recupera la evolución histórica de los acontecimientos que llevaron a este país a romper con el régimen del apartheid.
En el capítulo dedicado al desarrollo socio-económico, Federico Abizanda Estaben escribe que la promesa del desarrollo de África no se ha cumplido, debido más a fracasos políticos que económicos: fracaso de la clase política, de laoccidentalización y de la independencia.
En cuanto a las relaciones euroafricanas, en relación con el desarrollo, Ainhoa Marín Egoscozábal profundiza en los compromisos adoptados por la UE en el marco de Cotonú, para la reducción de la pobreza en África no solo a través de la ayuda al desarrollo sino con los nuevos acuerdos comerciales EPAs (Economic Partnership Agreements).
Por su parte, en el capítulo dedicado a la conflictividad y humanitarismo, Óscar Mateos Martín analiza el mapa, las tendencias y algunas de las principales características de los conflictos armados africanos; critica los discursos dominantes que han dado explicaciones reduccionistas sobre sus causas, básicamente los enfrentamientos tribales, y el control y la codicia por los recursos.
Ante la agenda de construcción de paz que desarrolla la Comunidad Internacional, Itziar Ruiz-Giménez Arrieta desvela y desmonta el significado de lo que llama «la paz liberal», en un contexto en el que África se ha convertido en uno de los nuevos espacios de resistencia contra los factores locales, nacionales, regionales e internacionales que generan y reproducen sistemas de poder profundamente injustos para la mayoría de la población mundial.

Intervención de la Consejera de Educación del Gobierno de Aragón



En el capítulo dedicado a los refugiados, desplazados y migrantes, Mateo Aguirre nos invita a reflexionar sobre la situación de los refugiados y desplazados en el África Subsahariana: cómo viven, cuáles son las causas que han provocado su desplazamiento forzado,
qué respuestas ofrece la Comunidad Internacional ante contextos tan
dramáticos y qué credibilidad merece el trabajo humanitario. Paralelamente, José Julio Martín-Sacristán Núñez habla de los flujos
migratorios, internos y externos, en África Subsahariana, remontándose a la historia y especificando los pueblos que los protagonizaron.
Al aproximarse a la sociedad y las culturas africanas en clave de mujeres, Soledad Vieitez Cerdeño refiere cómo los movimientos de mujeres africanas hablan de sus enormes avances aunque queda mucho para alcanzar la igualdad de género. En este mismo capítulo dónde colabora Soledad Vieitez, Justo Lacunza Balda afirma que el potencial humano es la mayor riqueza del continente la juventud africana, el legado cultural, el caudal lingüístico, el sueño de libertad, el afán por aprender, el tesón en la adversidad y el resurgir religioso son parte esencial del continente africano. En esta riqueza de culturas y religiones, Lacunza mira el continente africano bajo el prisma religioso y cultural del Islam; aborda su llegada, extensión y propagación en África, así como su impacto en las sociedades y las culturas africanas.
Por último, Carmen de la Peña expone la política exterior española en África Subsahariana, ahora considerada zona prioritaria. Esta prioridad y la nueva política nacen de compromisos políticos como el nuevo concepto de vecindad, la lucha contra la pobreza, el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM) y el contexto de globalización. Análogamente, Intermón Oxfam expone la situación en África Subsahariana, la única región del planeta en donde la pobreza ha aumentado desde la década de los setenta. Para Intermón Oxfam, el reto de la pobreza en África subsahariana precisa de un abordaje más profundo y un esfuerzo más ambicioso: se necesita pasar de una política de mera cooperación a una política de desarrollo.



Como en toda la serie de trabajos de investigación colectiva publicados por la Fundación SIP, en este volumen se incorporan las ponencias tal como fueron expuestas, así como una amplia síntesis de los argumentos intercambiados en los debates a que aquellas dieron lugar.

viernes, 25 de noviembre de 2011


Presentación del libro:


SIGNIFICADO Y Símbolo DE AL-ANDALUS
Por Pedro Martínez Montávez


¿ Al-Andalus es parte de nuestra identidad o de nuestra alter-identidad?
                       
Con motivo del 13º centenario de la llegada del Islam y de la lengua y cultura árabes a la Península Ibérica, y de la consiguiente configuración de Al-Andalus, y coincidiendo también con el 4º centenario de la definitiva expulsión de los moriscos, que supuso el quebranto de lo andalusí, el prestigioso arabista Pedro Martínez Montávez recoge en este volumen sus reflexiones sobre el significado y el símbolo de Al-Andalus, elaboradas a lo largo de varias décadas en ensayos histórico-literarios, investigaciones académicas, artículos periodísticos, semblanzas personales y propuestas de revisión panorámica, así como en una entrevista en la que expresa con detenimiento y hondura su visión sobre dicho período de nuestra Historia, cuyas huellas son aún perceptibles en la España del siglo XXI.

Pedro Martínez Montávez interviniendo.



Entorno a la intervención del autor

La visión de la historia es eurocentrista, algo antipedagógico y por ello, no creo en la compartimentación de la misma. De hecho, hay civilizaciones que han puesto su propio inicio a la historia, como por ejemplo la árabe. Esta visión compartimentista de la historia nunca incluye la posibilidad de intuir -que no predecir- lo que pueda pasar en un futuro, algo que es posible si se siguen los acontecimientos pasados y presentes.

Para Pedro Martínez Montávez, Al-Andalus siempre ha sido un fiel compañero de viaje. Estudiara lo que estudiara todo tenía relación, partía o se remitía al antiguo Al-Andalus. De ahí que este libro aparezca ahora, en la etapa de investigación más madura de su vida.
De joven, en Egipto le cambia la percepción de Al-Andalus, porque se da cuenta que es una moneda de dos caras, la hispánica y la árabe-islámica, esta última jamás reconocida. Esta cara árabe-islámica se descubre visitando la ciudad de los muertos, por ejemplo, donde se encuentran lápidas que velan por "el sevillano" o "el murciano". Se da cuenta que Al-Andalus no es sólo un hecho histórico, sino un sentimiento, y que debía aprender a sentir Al-Andalus para entender la cultura árabe. Este sentimiento se ve en el incesante nombramiento de comercios, cabaretes, en el cuerpo militar, hospitales y centros de estudios en todo el mundo árabe a partir de intelectuales (Averroes), o elementos arquitectónicos (Alhambra) del tiempo de Al-Andalus. Todo el mundo árabe está empapado de este recuerdo, de esta nostalgia.
Finalmente, entiende que Al-Andalus es una cuestión de seres humanos; no de estudiosos, académicos y demás científicos sociales: los árabes SIENTEN Al-Andalus, porque como hemos dicho, antes de ser objeto de estudio era objeto de sentimiento, sobre el que se cimentan también actividades reivindicativas como las de AlQaeda.
Por ello, a partir de Al-Andalus debemos ver como se desarrolla la identidad "hispánica" -el autor la prefiere a una identidad española-, con la incorporación de lo árabe-islámico. Y es tan importante porque no existen identidades únicas, son plurales. Y por ello, este libro intenta ver dónde se taracea la identidad y el sentimiento de Al-Andalus en la identidad hispánica. En definitiva, aspira a encontrar nuestra pluralidad. El libro es como un mejunje, pero de proporciones medidas, con un hilo conductor coherente hilvanado a partir de la experiencia profesional y personal del autor.

Presentación con Jesús Mari Alemany, Joaquín Lomba, Pedro Martínez Montávez y Carmen Ruiz BV.


En esta presentación le acompañaron Joaquín Lomba, Jesús María Alemany y Carmen Ruiz BV, presentando experiencias de la vida del autor, alabando el libro y expresando su opinión sobre la necesidad de mirar al pasado y presente de nuestra identidad para poder vivir en convivencia. 

Índice, si clicas sale en grande.


El libro se puede adquirir en librerías o reservar online a través de :






martes, 15 de noviembre de 2011


LA PAZ Y LA MEMORIA

por Alejandro Martínez

Sinopsis:
Pensar nuestro pasado con voluntad cívica nos dispone a adoptar una actitud más justa a la hora de integrar el recuerdo en la vida política. Esta es una obra sobre el concepto de historia y sobre lo que significa, en nuestras sociedades, relacionarse con el pasado y los problemas que nos encontramos al encarar las relaciones entre memoria y política, entre la paz y la gestión del recuerdo. “No se trata de olvidar la muerte, en ningún caso es preciso callar su memoria, pero en algún momento después del drama se hace preciso emprender un complicado ejercicio moral en el que la mirada del odio puede transmutarse en la mirada del entendimiento. La memoria no puede atorar los caminos de la ciudadanía. Al contrario: nos ofrece las claves para extenderlos bajo el imperativo de la verdad y la exigencia de la justicia. Es posible amar después de la muerte, pero no a cualquier precio.
Adjuntamos el índice del libro


Sobre el autor a grandes rasgos

Alejandro Martínez, miembro de la Fundación SIP, no es una promesa, es una realidad porque ya ha realizado importantes trabajos de investigación: ha sido becario en el instituto de filosofia del CSIC de Madrid y en el Departamento de Filosofia de la Universidad de Zaragoza; y ha participado en numerosas ponencias y conferencias. Por si no fuera suficiente, ha realizado publicaciones en revistas, libros colectivos, etc. Actualmente, es becario FPU en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Zaragoza mientras prepara su tesis doctoral sobre la temporalidad y la política en Walter Benjamin.

Alejandro Martínez durante la presentación de su libro.

"El historiador contemporáneo que atiende a los imperativos de la memoria incorpora a su profesión una exigencia de justicia."


La presentación de este libro no puede ser más oportuna, y más útil, hoy que existe tanta polémica en cuanto a la memoria histórica.Este libro tiene como base una investigación realizada por el autor con el apoyo de la Fundación SIP (Seminario de Investigación para la Paz) de Zaragoza, en el marco de su convenio con las Cortes de Aragón.



Alejandro, pese a su humildad en el prólogo, presenta un trabajo complejo, reflexionado y que obliga a reflexionar, un verdadero ensayo sobre la memoria, la historia y la paz. Existen tres conceptos que llaman especialmente la atención. El primero es la relación entre pasado e historia, y para definirlo Alejandro usa el término de Jenkins: "el pasado es a la historia, como el paisaje a la geografía". El segundo trata el concepto de memoria compartida, y ya no memoria colectiva o memorias colectivas. Esto es así porque en una memoria hay diversos tipos de interpretaciones que responden a diferentes memorias según los actores que han vivido los hechos. Un pueblo sin memoria es un pueblo con Alzheimer, ya que como dice Borges "nosotros somos nuestra memoria, ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos".
La memoria no es una moda, ha existido siempre. En el libro, la investigación historiográfica de Alejandro comenta como el imperio romano se convierte en un gran artista a la hora de utilizar la memoria y el olvido. Los romanos la usaban para crear cohesion, identidad y sentimiento de comunidad romana. El olvido se exponía como castigo (también ocurrió en tiempos de Stalin con la famosa foto de la cual se borró a Trotsky, después de ser asesinado). Sin embargo, es extremadamente díficil borrar la memoria, siempre permanece, en silencio o silenciada. Pero no nos equivoquemos, no solo los regímenes totalitarios manipulan la historia, sino también ciertos nacionalistas excluyentes, que nacieron a finales del siglo XIX y permanecen en la actualidad. Solo la democracia garantiza la pluralidad en la sociedad y en la historia, puesto que en una sociedad libre no puede existir una historia oficial ni versiones oficiales del pasado. 

Presentación de libro con Alejandro Martínez, Carmen Magallón y Julia Remón


Intervención del autor

El día de la presentación del libro coincidió curiosa e involuntariamente con dos aniversarios: la noche de los cristales rotos y la caída del muro de Berlín. Ello es una prueba evidente de hasta que punto el pasado está en nuestra vida contemporánea. Al abrir el periódico y ver los títulares de estos dos aniversarios, se crea una disyuntiva, puesto que no todos miramos al pasado con la misma ideología, de la misma manera, con los mismos sentimientos. Por ello, es un asunto que debemos aprender a gestionar. Debemos encontrarnos en un pasado común, en un mínimo común denominador. Para ello, debemos afianzar la idea de que cuando "trabajamos con el pasado, estamos realizando un trabajo moral". Cuando un historiador analiza el pasado, lo hace siempre desde un punto de vista; y eso debe hacerlo constar en su obra. Esa moral con el que el historiador analiza el pasado es una oportunidad de entender que todos miramos parcialmente la realidad y que siempre nos falta el otro punto de vista. Este libro pretende transmitir esta concepción dialectal con la que trabajar con el pasado y la memoria.

En definitiva, el libro no tiene tanto que ver con la memoria o el pasado, sino que ésta es la excusa para fundamentar un proyecto de vida en común, en una situación en la que no podemos renunciar a algo que no depende de nosotros, sino que es un imperativo de la realidad: las sociedades son heterogéneas. Consecuentemente, no podemos plantear el pasado de esas sociedad de una manera única, unívoca o unidireccional. Podemos compartir una memoria, pero que una misma sociedad posea una misma memoria es insostenible. Debemos construir relatos, narrativas con los mínimos denominadores comunes sobre los que crear memorias compartidas y ser conscientes de esta realidad dialectal.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LAS PRISIONES ¿SIRVEN PARA HUMANIZAR?


Sesion del Seminario Las paces de cada día, 4 y 5 de noviembre: cierre del ciclo, con Mercedes Gallizo y Pedro Santisteve.

Dostoievski: <<El grado de civilizacion de una sociedad se observa visitando sus cárceles>>.

Los momentos de más interés:


"Merece la pena ir transformando la situación, intentar conseguir prisiones más humanas.
Todos estamos condicionados por la opinión pública, que es unívoca: la sociedad demanda el endurecimiento de las penas continuamente. Deberíamos promocionar un sistema de justicia alternativa, que ya está en marcha, por medio de ayudas y creación de puestos de trabajo. Sin embargo, la tarea más importante es concienciar a la sociedad la necesidad de este nuevo sistema de justicia alternativa".
Mercedes Gallizo
Secretaria General de Instituciones Penitenciarias


"El estado ha reducido el gasto social a lo mínimo e indispensable, la economía ahora se mueve en un mundo supranacional en el que los estados no ejercen ningún control.
Hoy en día, existe un riesgo de privatización descontrolada de los servicios públicos, como en EEUU. Se ha empezado por el área de menores, pero acabaremos por fomentar las alianzas entre el mundo empresarial y el voluntariado, con el peligro que ello supone para el estado del bienestar.
Se deberían promover las penas alternativas a la prisión (sigamos el ejemplo de los países nórdicos) como el tercer grado o los permisos penitenciarios y así, ir reduciendo el número de presos y favorecer la reinserción. Si expandimos la privación de libertad y su carácter punitivo, nos cargamos el sentido de comunidad, sociedad participativa y responsabilidad social".

Pedro Santisteve,
Abogado y profesor de derecho de la Universidad de Zaragoza



Conferencia del viernes 4 de Noviembr

"La delicuencia no se soluciona con la prisión, sino dentro de la sociedad y desde la política. Si bien es cierto que existen mejoras sustanciales en las instituciones penitenciarias, el sistema penal permanece sin cambios significativos, e incluso con endurecimiento de penas (años mínimos obligatorios).
La prisión reune a los pobres, gitanos, drogatas, analfabetos, no a la gente pudiente. El sistema penal juzga las conductas de los más desfavorecidos y en situación de exclusión social con mucha más dureza y crueldad que las de los delincuentes fiscales.
No existen políticas sistémicas: la sociedad no sostiene a las personas que salen en libertad y la estancia en prisión acentúa las pobrezas y carencias que llevan al preso a cometer el delito, por ello, luego, a menudo, reinciden.".
Carlos Piñeyroa Sierra,
Asociación ¿Hablamos?

"La misma institución no puede gestionarlo todo, hacerse cargo de la prevención de delitos y de la posterior reinserción del preso.
Los ciudadanos cedemos libertades a cambio de seguridad, pero con las prisiones cedemos la libertad de otros por nuestra seguridad.
España es uno de los países con mayor desigualdad en la UE. Al mismo tiempo, teniendo el menor índice de violencia europeo, tiene el mayor número de presos. De hecho, no es tan dificil acabar en la cárcel. El código penal es muy duro.
Hemos de fomentar las oportunidades para la reinserción. Pero si el preso ha vivido extirpado de la sociedad en la que tienes que reinsertarse ¿Cómo lo hace? Como consecuencia de las dificultades que encuentra en el exterior, el preso vuelve a su entorno de exclusión social donde aumentan las probabilidades de reincidir".

Jesús María Alemany,
Presidente de Fundación SIP

"En este tema de las prisiones existe muchas similitudes con cooperación y desarrollo. Se necesita hacer un buen diagnóstico para desenmascarar la idea que genera el sentimiento de inseguridad en la sociedad.
Se plantean dos ideas: 1) La necesidad de trabajar con las víctimas de delitos, que pueden sufrir un trauma que afianza el sentimiento de inseguridad; 2) Averiguar el por qué hay tantos hombres y tan pocas mujeres en las cárceles".

Montse Reclusa,
Miembro del consejo de la Fundación SIP y funcionaria del Ayuntamiento de Zaragoza

"A mí me gustaría hacer especial hincapié en los presos disminuidos psíquicos. Está demostrado que algunos tienen la mentalidad de un niño de 10 años, entonces ¿qué beneficio puede haber en meterlo en la cárcel?"

Julia Remón
Catedrática de Historia, Universidad de Lérida


"Existen dos preguntas básicas: ¿Por qué son los más pobres de los pobres los que acaban en prisión? ¿Cómo mejorar esta situación?
De estas preguntas se deriva la central de nuestro debate: ¿Las prisiones sirven para humanizar? Es la sociedad la que deshumaniza a los presos, excluyéndolos y, sobre todo, olvidándolos: esto también hay que cambiarlo".

Carmen Magallón
Directora de la Fundación SIP

"El preso también ha perdido la confianza en la sociedad.
Un problema importante es que las cárceles y los presos no se ven. Y se tiene más miedo a lo que no se ve que a lo que se ve.
Si los presos no pueden participar en política para que el cambio se realice desde dentro, entonces habrá que fomentarlo desde fuera. Eso solo se consigue con avances en materia educativa".

Mamen López
Fundación Piso

"Las cárceles no sirven para humanizar. Debemos cuestionar la industria carcelaria.
Las cárceles, en realidad, recogen el fracaso de las políticas sociales.
Solución: priorizar el tema de prevención de delitos.
Hay que prestar especial atención a la familia del preso, porque ella también sufre el hecho de la prisión."

Sheila Hernández
ASAPA
Sesión de debate, sábado 5 de Noviembre.


Cierre del debate:

"Es muy importante que se trabaje la opinión pública en lo referente a las prisiones.
Es necesaria una reeducación social: cambiar la visión social de las cárceles.
El papel de las ONG's es fundamental y singular porque ayudan a humanizar y da transparencia al sistema (gracias a su conciencia crítica).
Los Trabajos en Beneficio de la Comunidad (TBC) tendrían que realizarse en el ámbito en el que se cometió el delito.
Se deben construir centros más próximos a las ciudades."

Mercedes Gallizo
Secretaria General de Instituciones Penitenciarias

"Debemos socializar a los jueces, más allá del mundo del código penal y del poder.
En los medios de comunicación, por ejemplo, en los programas basura y otros, también hay un riesgo de manipulación: y eso sólo se corrige con una legislación que lo afronte.
Fomentar la educación en temas penitenciarios, un aula didáctica en los institutos sería un buen comienzo.
Y respetar la ley órganica en las prisiones, ya que es superior a la ley condenatoria".

Pedro Santisteve
Abogado y profesor de derecho de la Universidad de Zaragoza

 
Para más información sobre opiniones y el tema:


Pedro Santisteve:


Mercedes Gallizo: